sábado, 13 de septiembre de 2014

EGIPTO, EL PAÍS DEL NILO

Para hablar de Egipto primeramente debemos ubicarlo geográficamente.Se encuentra en la parte oriental de África del Norte. Actualmente, es conocido con el nombre de República Árabe de Egipto y cuenta con una población de más de 45 millones de habitantes. Si observamos la ubicación de Egipto y el territorio que lo rodea, podremos ver una serie de barreras naturales que podrían haber sido beneficioso para la civilización. Al este, se encuentra rodeado por el desierto de Arabia, al oeste el desierto de Libia, al norte el Mar Mediterráneo. Al sur, el valle del Nilo formaba una "garganta" estrecha que los egipcios controlaban fácilmente. De esta manera, eran pocos los que se aventuraban a transitar por estos lugares desiertos, y se puede decir que los egipcios se encontraban en un lugar estratégico. 
La civilización egipcia se extendió a lo largo del curso inferior del Río Nilo, donde se instalaron los primeros poblados.

    

A lo largo de su historia, Egipto alternó entre periodos de esplendor -en los que se formaban reinos y se extendía el imperio- y de decadencia -más conocidos con el nombre de periodos intermedios, donde invasiones externas y luchas civiles hacían peligrar la civilización. 


El éxito de la civilización egipcia tuvo relación con el manejo y su capacidad para adaptarse a los condicionamientos del río Nilo. La agricultura fue la base de la economía del Egipto antiguo, y en ella tuvieron mucho que ver las crecidas e inundaciones de su cauce. La necesidad de coordinar la irrigación de los campos de cultivo llevó a los habitantes de los primeros poblados agrícolas a iniciar un proceso de integración territorial. En primera instancia, en unidades denominadas "nomos", y en última instancia, en los reinos del Norte (con capital en Buto) y del Sur (con capital en Hieracómpolis). En los albores del año 3100 a. c., el faraón Narmer (o Menes) lleva adelante una política expansiva, que desemboca en la subordinación del Bajo Egipto y la unificación de los dos reinos. Este acontecimiento se expresa en la Paleta de Narmer, fechada en el periodo Predinástico (entre el año 3500 y 3100 a. c.)


Paleta de Narmer, encontrada en Hieracómpolis, antigua capital del Alto Egipto.

El Río Nilo
Los egipcios llamaban a su país "País de la tierra negra", que hacía mención a las márgenes del Nilo que cada veranos, cuando crecía el caudal del río e inundaba el valle, queda cubierta por limo negro, una especie de barro fertilizante. Este río nace de una serie de lagos y arroyos de África oriental y es alimentado anualmente por el deshielo de las montañas de Etiopía.En total recorre cerca de 6500 Km. El valle se encuentra en el Alto Egipto mientras que el delta es el Bajo Egipto
La inundación previsible, incluso a partir del uso de nilómetros, y el riego controlado del valle fértil- utilizando el conocido shaduf- con cultivos que ofrecían excedentes de productos permitió el desarrollo social y cultural de esta civilización.




La unificación del Alto y Bajo Egipto

Durante el Periodo Arcaico (3100/ 2800 a. c.) se produce la unificación del Alto y Bajo Egipto. Quien tuvo el poder de llevar a cabo este proceso fue el faraón Narmer (o Menes), que inicia la Dinastía I egipcia. Es en este momento cuando un solo monarca llevará la doble corona, que significaría los reinos definitivamente unidos en uno sólo.
Existen entre los historiadores diferentes ideas sobre la unificación de ambos reinos. Por un lado se estima que no se produjo ningún proceso violento como una guerra, sino más bien que las necesidades comerciales llevaron a una progresiva unión entre ambas regiones. Hay que tener en cuenta que Egipto comerciaba con la Península del Sinaí, con el Líbano, Siria y Nubia y establecer una ruta comercial segura podría ser uno de los objetivos de la unificación. Esta teoría no coincide con lo que se observa en la conocida Paleta de Narmer, perteneciente al periodo Arcaico, fuente que refleja el dominio militar del Alto Egipto sobre la región del Delta.
La simbología en Egipto era muy importante. Si analizamos la Paleta de Narmer, podemos definir los personajes del periodo y la representación del dominio de un pueblo sobre otro. El rey Narmer matando al enemigo con el cetro, el halcón (figura típica del Alto Egipto) ahorcando y casi devorando una serpiente (identificada con el Bajo Egipto), los dos animales sobrenaturales entrelazando sus cuellos cómo símbolo de la unificación y la aparición de enemigos muertos frente a un faraón ciñendo las dos coronas (la blanca del Alto y la roja del Bajo respectivamente) son algunas de las explicaciones que nos ofrece esta fuente antigua. 

Paleta de Narmer

El faraón: dios y señor del Alto y Bajo Egipto

El nombre egipcio equivale a la palabra "casa grande". El poder de este residía en que era hereditario por lo que generalmente lo sucedía un hijo. Los faraones egipcios se casaban con mujeres de su misma familia o de familias más poderosas. De esta forma surgieron las dinastías que reinarán cerca de 3000 años. 
El faraón era el responsable de distribuir el agua y el excedente de la producción, de administrar justicia, además de desempeñarse como jefe militar y sumo sacerdote. Junto a él se encontraba un conjunto de funcionarios encargados de tareas administrativas como la recolección del tributo.
El territorio egipcio estaba dividido en "nomos" o provincias, administradas por nomarcas o gobernadores que debían obediencia al faraón salvo cuando mediante rebeliones o luchas civiles-como las que ocurrieron durante los periodos intermedios- decidían tomar el control de sus propias regiones.



Periodos Históricos

Como se dijo anteriormente, la historia egipcia se puede dividir en diferentes periodos para su mejor estudio.
Reino Antiguo (2800 a 2200 a. c.): con capital en Menfis (ubicada en la mitad de ambos reinos, el Alto y Bajo Egipto), durante este tiempo el tamaño y la riqueza de las construcciones hacen pensar en una época de prosperidad. Los faraones erigen las primeras pirámides, hecho que demuestra su virtual alejamiento de la vida terrenal.
Primer Periodo Intermedio (2250 a 2025 a. c. ): una época de crisis del estado faraónico, con invasión de poblaciones extranjeras y gobiernos paralelos en el Alto y Bajo Egipto, bajo la jefatura de nomarcas. La decadencia de este periodo se manifiesta en la pérdida del comercio con el exterior y en las construcciones funerarias.
Reino Medio (2025 a 1780 a. c.): hay un nuevo proceso de centralización del poder del Estado en la figura del faraón, aunque aparece  mucho más humanizado y cercano a su población. Por ejemplo, en lo que respecta a la justicia y las relaciones familiares. 
Segundo Periodo Intermedio (1780 a 1730 a. c.): fue cuando llegaron nuevos pueblos nómades, los hicsos que ocuparon el delta del Nilo. Finalmente fueron expulsados por los egipcios, que a partir de ese momento iniciaron una política expansiva, adueñándose los territorios de Siria, Palestina y Nubia. 
Imperio Nuevo (1730 a 1085 a. c.): producto de la política de conquistas, fue una época donde se desarrollaron intensas relaciones comerciales con el Cercano Oriente y los territorios conquistados. Las construcciones funerarias y templos se ampliaron y enriquecieron, hecho que se observa en la construcción del Valle de los Reyes.
Tercer Periodo Intermedio (1085 a 712 a. c.): se produce por la invasión de los pueblos hititas. Pronto derivara en la conformación de gobiernos locales cuyo poder estaba en manos de sumos sacerdotes y faraones libios. 
Época Tardía (712 a 331 a. c.): el territorio egipcio fue invadido por ejércitos nubios, asirios y persas para finalmente formar parte del imperio romano.



El Gobierno egipcio
El Estado egipcio se distinguió de otros estado de su época por el carácter divino de la realeza. Cómo se dijo anteriormente, el faraón era un Rey-Dios, cabeza de todo el sistema económico, político y social. Un caso paradigmático es el del faraón Amenhotep IV, que se hizo llamar posteriormente como Akhenatón (1350/1333 a. C.) producto de la imposición del culto único al dios solar Atón, durante los 17 años en que duró su reinado. El faraón fundó la ciudad de Akhetatón (hoy Tell el- Amarma) y su corte abandonó la capital tradicional del dios Amón, ubicada en la ciudad de Tebas. Su esposa fue Nefertiti, de quien se conserva una cabeza esculpida de yeso, expuesta en Francia.


La sola presencia del faraón aseguraba para la población el orden, la justicia y la prosperidad. Garante de las inundaciones anuales del Nilo, se lo identificaba con el dios Horus (el halcón), y después de su muerte, con Osiris (el dios de los muertos y la resurrección). 
Si bien su poder era despótico y absoluto, el faraón contaba con colaboradores para el ejercicio de su poder. Por ejemplo, el visir supervisaba los trabajos hidráulicos, las tareas agrícolas que cumplía un sector de la población y el comercio. Asimismo, debía hacerse cargo de las demandas sociales por lo que gestionaban cierto grado de justicia. 
Los nomarcas se encargaban de gobernar las provincias donde se agruparon las aldeas. Elegidos por el faraón, también se ocupaban de inspeccionar los canales y del cobro de impuestos (sobre todo en los breves periodos intermedios).
Los sacerdotes se dedicaban al culto de los dioses (hay que recordar que la egipcia era una religión politeísta) y a las ceremonias funerarias. También eran nombrados por el faraón y sus cargos eran heredables.
Por último, los escribas eran funcionarios muy importantes para la realeza; leían y escribían los documentos oficiales y se creía que era una casta de élite, ya que se educaban en escuelas especiales.
                                                 

En la base de la pirámide egipcia se encontraban los campesinos, productores de alimentos. Si bien eran hombres libres, debían trabajar parcelas asignadas por el Estado y las tierras pertenecientes directamente al faraón, los sacerdotes y los templos. También ayudaban a la construcción de obras públicas y la refacción de canales, diques e incluso tumbas. 
Por último se hallaban los esclavos, que eran extranjeros obtenidos de las guerras como prisioneros o mediante la compra directa. 

Economía y cultura

La economía egipcia estaba basada en la agricultura. El cultivo de la tierra dependía del río Nilo, que con sus crecidas irrigaba y fertilizaba el suelo. El Estado regulaba la irrigación a través de la construcción de obras públicas y controlaba el nivel de la inundación -a través del uso de nilómetros- para tomar las medidas necesarias en el caso de muy bajas o altas crecidas del cauce. La organización económica era tributaria, es decir que los súbditos estaban obligados a entregarle al estado una contribución, el tributo, ya que las tierras eran propiedad del monarca mientras que los subordinados sólo tenían su posesión y usufructo. 


Los tributos se utilizaban para diversos fines, por ejemplo para el reparto de granos entre la población ante cualquier eventualidad climática (sequías, plagas, etc.), el pago de los funcionarios y el intercambio comercial con otras regiones. Se puede decir que era un sistema redistributivo ya que el excedente acumulado que era desviado en forma de tributo al estado volvía, cuando fuera necesario, a manos de los súbditos. 
Las grandes obras públicas, como la construcción de templos o monumentos funerarios, eran realizadas mediante el "sistema de corvea" (trabajo obligatorio). Cada año, todo individuo estaba obligado a efectuar tareas en beneficio del propio Estado. Esta mano de obra también se utilizaba para el mantenimiento del sistema de irrigación, el trabajo en las parcelas pertenecientes al Estado, en las expediciones comerciales y en el sistema militar -cuando era necesario. 
El comercio a larga distancia estaba destinado a la obtención de materias primas de las que carecía Egipto: de Siria se traían maderas para la construcción de pequeñas barcasas y resinas, de la costa del Mar Rojo llegaban incienso, ébano, marfil, pieles y piedras semipreciosas. 

Comercio Egipcio
En lo que respecta a la cultura, los egipcios tuvieron conocimientos de matemática, química, astronomía, medicina, etcétera. Conocían la importancia del corazón para el organismo humano. En matemática, la operación fundamental que trabajaron fue la suma, y de ella derivaron la multiplicación. Asimismo, utilizaron un sistema decimal de numeración: calcularon superficies, como la del rectángulo, el cuadrado y el círculo. 
La invención del calendario fue un hecho muy importante: el año tenía 365 días, dividido en 3 estaciones de 4 meses cada una (inundación, cosecha y siembra) y se completaba en 5 días de fiestas religiosas. 
En cuanto a la escritura egipcia, se pueden mencionar tres tipos: la jeroglífica, la hierática y la demótica. 

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