domingo, 28 de septiembre de 2014

ARTE MONUMENTAL Y RELIGIÓN EN EGIPTO

El arte egipcio está relacionado con la importancia que tenían el faraón y la religión dentro de la sociedad. La búsqueda de la vida eterna es el motivo fundamental de casi todo el proceso de creatividad de Egipto.  
Sus características generales son la religiosidad, la majestuosidad, el tradicionalismo y la monumentalidad.
La monumentalidad es el rasgo fundamental de la arquitectura egipcia. Un ejemplo de ello son las pirámides, edificadas como parte del complejo funerario de los faraones. Las más destacadas son las Pirámides de Gizeh, dedicadas a los faraones Keops, Kefrén y Micerino.

En un primer momento, las tumbas de los reyes eran simples fosas para luego construirse las mastabas o construcciones de base rectangular y paredes inclinadas.                                                                                                                                             Como etapa intermedia en la construcción de tumbas funerarias se observan las pirámides escalonadas. Por último se construyeron las pirámides más conocidas, que comprendían la tumba con el sarcófago, un templo y una cámara funeraria falsa, realizada para confundir a los saqueadores (sobre todo por los frecuentes robos durante los periodos intermedios). Durante el Imperio Nuevo, los faraones mandaron a construir nuevas tumbas llamadas "hipogeos", lugares subterráneos cavados generalmente en una roca.

Las Pirámides de Keops, Kefrén y Micerino

Hipogeo del Valle de los Reyes
La escultura egipcia presenta también obras de gran monumentalidad como la Esfinge de Gizeh, la estatua de Ramsés II. La pintura constituía un importante elemento decorativo: se encontraba incluso en las tumbas. Sus temas eran variados; desde fiestas, ceremonias y escenas de la vida cotidiana. Los pintores no utilizaban la perspectiva, pues las figuras humanas siempre se representaban de la misma forma, con la cabeza y las piernas de perfil, con un ojo de frente -al igual que el torso- mirando al espectador.




Religión Egipcia
La religión ocupó un espacio importante en la vida del pueblo. En un principio, las aldeas egipcias se relacionaban con un totemismo primitivo (es decir, con una divinidad protectora del clan, que podía ser un animal sagrado que los protegía y gobernaba) hasta cuando sus creencias se enfocaron hacia un politeísmo sagrado (basado en la creencia en varias divinidades).
La forma de representación de estos dioses variaba: era frecuente representarlos como mezclas entre hombre y animal (antropozoomorfismo) como por ejemplo, con cabeza de animal y cuerpo de hombre, o directamente con forma humana (antropomorfismo). Como dijimos anteriormente, el único momento en que aparece una tendencia monoteísta es durante el reinado de Amenhotep IV, en el Imperio Nuevo, cuando este rey pretendió imponer el culto de Atón, auqnue no sobrevivió luego de la muerte de su fundador.
Los dioses más importantes fueron:

  • HORUS: dios halcón, gran dios de los espacios vacíos y del cielo. Se lo representaba con cabeza de ave y cuerpo humano. También se lo consideraba el dios naciente. 
  • ISIS: la luna. Era esposa de Osiris y madre de Horus. Se la representaba como una mujer que llevaba en su cabeza cuernos sobre un disco solar o asiento.
  • THOT: era considerado el dios de la palabra, la verdad y la sabiduría. Con frecuencia se lo representaba como un hombre con cabeza de ave, que defendía al muerto en el juicio final.
  • OSIRIS: dios del Más Allá. Tenía figura humana y presidía el juicio de los muertos. Llevaba un látigo para castigar y un gancho para detener. También se lo consideraba el sol poniente, el dios de la vegetación y los desvalidos. Gozaba de mayor popularidad dentro del panteón.
  • ANUBIS: dios de los muertos y señor de los embalsamadores. Era representado con figura humana y cabeza de chacal. Se encargaba de controlar la balanza de pecados durante el Juicio Final de los Muertos.
  • AMÓN: dios de Tebas, el dios misterioso. Dios de la luz y el aire, también se creía que beneficiaba la fecundidad.

El culto de los muertos 

Los egipcios creían que existía otra vida después de la muerte, y sólo se sería feliz o no según la conducta que la persona hubiese tenido mientras vivía. 


Para ellos, el alma era sometida a un juicio ante un tribunal de 42 dioses, presidido por Osiris, y el dios Thot como escriba. El alma era colocada en el platillo de una balanza mientras que en el otro lado se colocaba una pluma. Un alma tanto o más liviano que este merecía la vida eterna junto a los dioses, pero si era más pesada, un ser monstruoso -que la esperaba junto a la balanza- la devoraba.


Para que el alma pudiera asistir al juicio, el cuerpo del difunto debía ser conservado por medio del embalsamamiento, y luego colocado en una tumba con las pertenencias que, se supone, iba a utilizar en la otra vida. 




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