viernes, 25 de julio de 2014

El NEOLÍTICO Y LA REVOLUCIÓN URBANA

El Neolítico o la Edad de la Piedra Nueva 

Tras un período de transición -el mesolítico- aparecieron las primeras culturas neolíticas. Algunos investigadores hablan de una verdadera revolución en la forma de vida. El hombre pasa de cazador y recolector a ser pastor y agricultor; es decir, comienza a vivir en una economía productiva: el mismo produce sus alimentos. 
Por eso, cuando se estudia la prehistoria, uno de los acontecimientos más significativos es el comienzo de la producción de alimentos, basada en las especies de vegetales y animales domésticas. Uno de los hechos más llamativos de la prehistoria mundial es que la transición desde la caza y la recolección a la producción de alimentos parece haberse producido de forma independiente en varias zonas y en todo caso, tras el término de la era Glaciar, es decir después del 10.000 antes del presente aproximadamente.
En el Próximo Oriente podemos rastrear los orígenes de la transición antes incluso de esa fecha, debido a que el proceso debió de ser gradual, una consecuencia (así como la causa) de la reestructuración de la organización social de las comunidades humanas. De todas formas, estaba en marcha en esa zona una agricultura estable, basada en el trigo y la cebada así como en las ovejas y las cabras ( y más tarde el ganado vacuno) en torno al 8000 antes de Cristo. La agricultura se había difundido a Europa en el 6500 antes de Cristo y está documentado en el sur de Asia en Beluchistán en torno a esas mismas fechas.
Parece haberse producido un desarrollo independiente, basado en el cultivo del mijo en China en el valle de Huang Ho en torno al 5000 antes de Cristo y casi al mismo tiempo surgió un foco aislado en el sureste de Asia con la explotación del arroz. La situación de África, al sur del Sahara, es más compleja debido a la diversidad medioambiental, pero el mijo y el sorgo ya se cultivaban en el tercer milenio.
En América se dispuso de una gama diferente de cultivos. En Perú el cultivo de judíos, calabacines, pimientos y algunas hierbas pudo haber comenzado antes del 8000 antes de Cristo y estaba en marcha en esa zona y en Mesoamérica en el séptimo milenio antes de Cristo. Otras especies en Sudamérica como la mandioca y la patata pronto se añadieron a esa lista pero la planta de mayor impacto en la agricultura americana fue el maíz, cultivado por primera vez en México en torno al 5000 antes de Cristo. 

Agricultura y Ganadería 
El hombre comienza a cultivar y para ello, al principio, los instrumentos son sencillos, como el arado, la azada y la hoz. También surgen los primitivos graneros, es decir, se comienza a prevenir ante la escasez: lo que no se consume en el momento, no se deshecha, sino que se almacena para cuando se necesite.  
Además se inició la domesticación de animales como perros, cabras, ovejas, vacas  y por último caballos. Su objetivo era en primera instancia el aprovechamiento de las carnes, leche o lanas. También se utilizaba los animales para la carga, para realizar tareas de labranza o transporte. La agricultura permitió al hombre el establecimiento en un lugar fijo, es decir, la vida sedentaria, pues se hacía imprescindible el cuidado de los cultivos y su posterior recolección.







Cerámica y tejido 
 La agricultura tuvo además otra consecuencia:  fomentó la aparición de la cerámica.  Es decir los “recipientes” para conservar los cereales. El tejido también se conecta con la agricultura y la ganadería, porque se utilizaban fibras de limo y luego lana.



Viviendas y monumentos
Con el sedentarismo y la domesticación, cambian las formas de las primeras viviendas. Se construyen sobre pilares, en medio de lagos, para aislarse de las fieras o del ataque de tribus enemigas.
Además, durante el Neolítico se llega al apogeo de la técnica de la piedra pulida. Los objetos más característicos son las puntas de flechas, los cuchillos y las hachas.
Antigua ciudad de Catal Huyuk en la región de Anatolia

La edad de los Metales

Es la etapa más breve de la Prehistoria o etapa ágrafa. De acuerdo a los hallazgos arqueológicos, fueron los pueblos del Cercano Oriente los que descubrieron la metalurgia. En Egipto y la Mesopotamia asiática se han encontrado objetos de cobre de una antigüedad de 5000 años.
Al principio el hombre empezó a trabajar los metales blandos. El cobre, por ser muy maleable, fue el primer metal utilizado por el hombre. El cobre presentó mayores ventajas que la piedra ya que una herramienta de cobre puede volverse a afilar y si se rompe puede fundirse de nuevo.
Más tarde el cobre fue fundido con el estaño y el hombre consiguió el bronce. Lo utilizó sobre todo para la fabricación de armas defensivas como cuchillos, espadas y puñales.
Por último al trabajar el hierro, los hombres pudieron desmontar selvas, combatir animales peligrosos, construir embarcaciones y edificar ciudades. 



A grandes rasgos, se puede decir que el Neolítico y el desarrollo de la tecnología del metal provocó una serie de condiciones que propiciaron la división social del trabajo y la acumulación de excedentes de producción. En este sentido, la domesticación de animales permitió la fabricación de tejidos, al igual que la producción agrícola y la cerámica, que vieron aumentada su excedente. Este mismo era destinado a la venta en poblaciones vecinas, dando origen al comercio y la navegación. Cada actividad productiva se especializó debido que individuos específicos se dedicaron a tiempo completo a su producción. De esta manera se dio origen a la división social del trabajo. 
Pronto estos cambios sociales y económicos desembocaran en la formación de los primeras ciudades- estados y el comienzo de las guerras. 


Caricatura que representa sarcásticamente las primeras rivalidades entre poblados

Economía agrícola y desarrollo de las primeras ciudades



En muchas ocasiones la economía agrícola experimentó un proceso de intensificación en el que los métodos más productivos fueron acompañados por un incremento de la población. En estos casos existía por lo general un contacto cada vez mayor entre las áreas diferentes, copartícipes de unos intercambios crecientes. A menudo, las unidades sociales se hicieron también menos igualitarias, manifestando diferencias de estatus y la posición personal, que los arqueólogos definen con la expresión de sociedades jerarquizadas. A veces resulta apropiado utilizar el término de jefatura. Sin embargo, estos términos se suelen limitar a las sociedades no urbanas. La Revolución Urbana, la siguiente transformación importante, no es sólo un cambio en el tipo de asentamiento: refleja profundas transformaciones sociales. La primera de ellas es el nacimiento de sociedades estatales, que presentan instituciones de gobierno mucho más diferenciadas que las jefaturas y a menudo conocen la escritura. Los primeros estados aparecen en el Próximo Oriente, en torno al 3500 antes de Cristo, en Egipto un poco más tarde y en el Valle del Indo en el 2500 a. c. En el Cercano Oriente, el nacimiento de Ur, Uruk y más tarde Babilonia, señaló el periodo de las primeras sociedades estado mesopotámicas y fue seguido en el primer milenio antes de Cristo de una época de grandes imperios, sobre todo de Asiria y Persia. En Egipto es posible seguir el continuo desarrollo de las tradiciones culturales y políticas durante más de 2000 años, desde la era de las pirámides del Imperio Antiguo hasta el poder imperial del Egipto del Imperio Nuevo. En el límite occidental del Próximo Oriente, surgieron otras civilizaciones: la Minoica y la Micénica en Grecia y el Egeo durante el segundo milenio a. c. y la etrusca y romana en el primer milenio a. c. 

sábado, 12 de julio de 2014

LA VIDA DURANTE EL PALEOLÍTICO

A lo largo de la Prehistoria o Etapa Ágrafa, se fueron alternando etapas cálidas y frías en el planeta Tierra. Las etapas cálidas son conocidas como interglaciares, y las frías, de momentos de glaciación, cómo la que se produjo durante el Pleistoceno (hace 1,5 millones de años hasta los 10 mil años antes del presente).
En cada uno de estos períodos las primitivos humanos se adaptaron a las condiciones ambientales de acuerdo a la disponibilidad de recursos que les imponía el medio. Muchas especies perecieron en el camino de la adaptación pero fue el moderno sapiens quien pudo enfrentar las duras condiciones de vida gracias a su potencial cognitivo, tecnológico y social. Una de las grandes innovaciones de la época fue el uso del fuego, muchas veces obtenido mediante la caída de un rayo, para luego se aprendido mediante el desarrollo de técnicas (golpear dos piedras o frotar dos palos de madera). De esta manera satisficieron sus necesidades de calor y luz, cómo así también permitieron cocer ciertos alimentos, ahuyentar los predadores o bien como mecanismo de socialización.
Durante gran parte del Paleolítico, los hombres se agruparon en bandas u hordas para poder sobrevivir, es decir pequeños grupos formados por varias familias organizadas que posteriormente se complejizaron  en grupos más extensos, debido al mejoramiento de las técnicas de caza y armas.

En cuanto a las viviendas, siempre dependieron de las condiciones del ambiente en donde se instalaban. Durante el Paleolítico Superior, el hombre habita todavía los abrigos rocosos o en las entradas de las cuevas, a la que a veces acomoda con muros de piedras que soportarían algunos troncos de árboles, constituyendo así una especie de chozas abrigadas. 
La caza continúa siendo la base principal de la alimentación humana bajo un clima riguroso que apenas permite la existencia de frutos y bayas. Pero las armas están ahora más perfeccionadas que durante el Paleolítico inferior y medio. Las azagayas van provistas de puntas aguzadas de huesos o asta de reno y ciertamente se disparan por medio de un propulsor, lo que aumenta considerablemente su alcance y poder de penetración. Es probable que se practicase la caza con trampas, y a las trampas de fosa, conocidas durante el Paleolitico medio, se añadiesen nuevos tipos, como las de peso suspendido, quizás representadas en ciertas pinturas y grabados en las cuevas. No es seguro que se utilizase el arco, aunque es posible que fuese ya conocido.
En lo que respecta a las sepulturas y las creencias a finales del Paleolítico, a menudo se enterraba a los muertos ricamente adornados con collares de conchas marinas y de dientes perforados, y en algunos casos, con redecillas en la cabeza y brazaletes en brazos y piernas. Junto a ellos se disponían algunos utensilios de gran belleza. La cabeza a veces se protegía con un receptáculo de piedras aplanadas.
Por lo general, los cadáveres se hallaban tendidos sobre la espalda o sobre un costado, para luego ser enterrados en una postura encogida muy forzada con las rodillas pegadas en la nariz. Esta forma de enterramiento se pudo percibir en los fósiles de Hombres de Cro- Magnon encontrados en Francia. Asimismo, es común encontrar restos adornados y pintados de color ocre rojo.

El arte del Paleolítico
Se define como arte rupestre a aquellos rastros de actividad humana o imágenes que han sido grabadas o pintadas sobre superficies de piedra. En su paso por la historia, el hombre ha dejado plasmadas en cuevas, piedras y paredes rocosas infinidad de representaciones de animales, plantas u objetos; escenas de la vida cotidiana, signos y figuraciones geométricas, obras consideradas como las más antiguas manifestaciones de su destreza y pensamiento. Antes del desarrollo de la escritura, registraban ya, mediante la pintura y el grabado en superficies rocosas, gran parte de sus vivencias, pensamientos y creencias. Entonces, podemos decir que el arte rupestre:
• Es el conjunto de manifestaciones artísticas realizadas sobre las rocas por hombres que habitaron el mundo en el pasado.
• representa un vestigio arqueológico que brinda información muy importante al arqueólogo
• es un recurso no renovable, ya que una vez que se destruye, no se puede reponer
El arte rupestre existe en Europa hace 50 mil y 40 mil años,
Cueva de Lascaux, en Francia
mientras que en Argentina se encontraron cuevas pintadas con figuras de manos y animales con una antigüedad estimada de 13 mil años. Ea última etapa de la Prehistoria se denomina Holoceno: su comienzo está ubicado 10.000 años antes del presente y continúa hasta la actualidad. Esta época está caracterizada por la regresión de los hielos hacia su posición actual. En líneas generales el clima cambió hasta las condiciones actuales, templadas y húmedas, por lo que también a esta época se la denomina post-glaciar. Durante su desarrollo se produjo el ascenso del nivel del mar por el derretimiento de los hielos pleistocénicos.
Existen distintos tipos de técnicas dentro del arte rupestre: el grabado y la pintura. 
Grabado: Se la conoce como PETROGLIFO (del griego  petros: piedra y  griphein: grabar), es una imagen que ha sido grabada o tallada sobre las superficies rocosas. También conocidas como grabados rupestres, estas manifestaciones fueron elaboradas al extraer pequeñas partículas de material de la superficie con instrumentos de una dureza superior. Para lograrlo, el artista pudo haber utilizado un cincel o buril de piedra u otros elementos elaborados específicamente para tal fin, pero no es frecuente hallar herramientas de este tipo que se puedan asociar con algún sitio rupestre. Por medio de diversas técnicas, se lograron plasmar formas que gracias a la tenacidad de la roca, aún se puede observar (picar con golpeteo la superficie con un elemento más duro, rayar con el filo de una roca tallada, frotar la superficie con un elemento de piedra, pulir con ayuda de arena y agua)
Es muy común encontrar restos de lascas (que son fragmentos de rocas talladas), no muy elaboradas y de poca duración. Es probable que se destruyeran en la acción de grabar, ya que encontraron pocos restos en la actualidad. 
Grabado de un bisonte. Gruta La Grezé, Dordoña, Francia
Hay una gran variedad de motivos rupestres: espirales circulares y cuadrangulares, hileras de puntos, círculos concéntricos, rastros de pisadas de animales, caras triangulares, cuadrangulares y circulares y motivos antropomorfos, es decir de forma humana.
Pinturas: Las PICTOGRAFÍAS (del latín pictum: relativo a pintar, y del griego grapho: trazar) son representaciones o motivos realizados sobre las rocas mediante la aplicación de pigmentos. Mejor conocida como pintura rupestre, esta modalidad del arte se caracteriza por utilizar en su preparación sustancias minerales (óxidos de hierro, manganeso, cinabrio, carbón) y sustancias animales u orgánicas -menos conocidas por su desintegración a lo largo del tiempo- (posiblemente sangre, grasa, saliva, u otras). Distintas mezclas se llevaron a cabo para obtener pigmentos que van desde el negro hasta el blanco, pasando por una amplia gama de rojos ocre, naranja y amarillos. Estos pigmentos se aplicaron con los dedos (pintura dactilar) o con algún instrumento a manera de pincel o hisopos. 
También existe un tipo especial de pintura que se denomina negativa y que se realizó soplando con la boca el pigmento preparado sobre un objeto -el ejemplo más común es la mano- dando como resultado una imagen de su contorno. Numerosas pinturas rupestres han logrado conservarse hasta nuestros días debido a un particular equilibrio entre: la composición del pigmento, la superficie de la roca y el medio ambiente.
Pintura de bisonte de la Cueva de Altamira, España
Nombraremos algunos pocos sitios con arte rupestre en el mundo, ya que existen numerosos ejemplos en todos los continentes. En Europa, pertenecientes al Paleolítico Superior: Cuevas de Lascaux y Chauvet en Francia; Cueva de Altamira en España; Vila Nova de Foz Coa en Portugal. En América centro-meridional: Pedra Furada en la Serra do Capivara en Brasil; Sierra de San Francisco en Baja California en México
En Argentina: Piedra Museo, La María, Los Toldos, Cueva de las Manos, Alero Charcamata, sitios congrabados en la Meseta del Lago Strobel, en la provincia de Santa Cruz; el Alero de las Manos Pintadas (Las Pulgas), son sólo algunas. 
Caballos pintados en la Cueva de Chauvet, Francia
Cueva de las Manos, Argentina
Las pinturas tempranas representan escenas de caza, en las cuales se vinculan anecdóticamente el cazador y la presa. Por lo general narran sucesos de cacería individual y colectiva.
Sobre las causas del por qué del arte rupestre, se han sugerido distintas explicaciones que abarcan desde la realización por el simple ocio y fantasía por parte de aquellos pueblos, hasta la necesidad de crear complejos lenguajes con contenidos de carácter universal. Una de las explicaciones bastante aceptadas en los últimos tiempos es la que plantea un origen neurofisiológico a partir de la reacción producida por sustancias alucinógenas. Según esta teoría, al ingerir narcóticos naturales que se encuentran en las plantas, tales como el cebil o el yagé, la persona puede tener alucinaciones viendo determinadas figuras denominadas "fosfenos", que luego son representadas en el arte rupestre. De esta manera, las representaciones tendrían su origen en contextos rituales y la mayoría de las figuras provendrían de esas visiones. 
Sin embargo, también se sostiene que las artes rupestres pudieron ser manifestaciones cuyas intenciones fueron puramente estéticas (arte por el arte mismo), o la necesidad de comunicación de conocimiento y mitos. Pero debido a que ya no sobreviven las personas que las realizaron, no es posible a ciencia cierta conocer sus intenciones. 
Un video muy interesante, que deja al descubierto una de las cuevas de arte rupestre más importante del mundo-la cueva de Chauvet, en Francia- permite dar luz sobre un aspecto de la vida paleolítica que aún genera controversias dentro del ámbito científico.